
Esta historia pone de manifiesto que es posible que un pez y un pájaro se enamoren, pero que la naturaleza hace imposible que las dos especies de hábitats tan diferentes puedan estar juntos.
Habrá a quien estas historias le parezcan pastelosas, pero son la vida misma.
Gracias a mi padre por contarme esta historia ayer, y a todos aquellos que entienden que la sostenibilidad no trata sólo de las emisiones de CO2. Hay muchas cosas en la vida que no son sostenibles, por mucho que nos duela, muchas más de las que nos podemos imaginar o estamos dispuestos a aceptar.